viernes, 24 de abril de 2015

Mallorca 312 (versión corta 167km)


Tras varias charlas durante los últimos meses del año pasado con mi amigo Kiko, decidimos apuntarnos para vivir una nueva experiencia sobre la bici: la Mallorca 167, versión reducida de la ya conocida Mallorca 312.
El coste? 55€ más otros 5€ para contratar el seguro de 1 día.
Después de esto, solo quedó entrenar haciendo el máximo de kilómetros al igual que, hacer el máximo de montañas.

Hotel donde nos alojamos (Prinsotel La Dorada)

Llegamos al viernes, un día antes de la carrera. Ya habíamos decidido ir cada uno por su cuenta al hotel donde habíamos decidido dormir. Dicho hotel, se encontraba a 500m del lugar de salida.
Kiko, hizo los deberes el miércoles anterior, día en que permitían recoger el dorsal en las instalaciones de Palma Arena para evitar a los ciclistas de ciudad tener que desplazarse dos veces en dos días hasta Playas de Muro (lugar de
Todo listo
salida de la Mallorca 312), siempre y cuando, no hubiesen reservado hotel como hicimos nosotros.Por mi parte, salí pronto de casa para poder llegar sobre las 19h al hotel, registrarme, dejar la bici y los bártulos en la habitación y, posteriormente, desplazarme hasta el hotel Iberostar, centro neurálgico de la carrera.
Entrada a meta
Llego a la sala que habían adecuado para la entrega de dorsales, poniendo unas ventanillas improvisadas. Reviso mi dorsal en los listados que habían colgados en una de las paredes y, acto seguido, voy a solicitarlo. En menos de 2 minutos ya estoy listo.
Junto al dorsal para colocar en la bicicleta, me entregan una bolsa con el deseado maillot del evento así como, distintos merchandising y folletos de los patrocinadores de la carrera.
Pues todo listo!! El resto de la tarde la pasé dando una vuelta por playas de Muro y la zona de meta la cual, aún estaban en plena faena para terminarla para el día siguiente. Más tarde, me desplacé al hotel para descansar, cenar y esperar a Kiko que, llegó por la noche para cenar y meterse en la cama.
Como había que madrugar, no más tarde de las 23h ya estábamos roncando.

Son las 5.45h de la mañana. Me levanto para darme una ducha y así poder espabilarme. Me esperaba un día de muchos kilómetros (aún no había rodado tanta distancia) y más me valía estar bien despierto para empezar a sudar desde el minuto 0.
Desayunamos, terminamos de recoger los trastos y nos vamos, parando antes en los coches a dejar las maletas, para la línea de salida.
Son las 6.45h y ya hay bastante gente. Tanta como para tener que hacer cola a 250m del arco de salida aunque, era lógico. Unos 3.000 ciclistas daba para cubrir ese espacio y más ya que, en pocos minutos, nos vemos en medio de una marabunta de ciclistas.
Foto de rigor antes de la salida
La carrera, debido a las típicas fotos presalida y corte de la cinta de salida sale con 5min de retraso.
Finalmente, se da la salida y tardamos 10min en poder iniciar la marcha.
Primeros kilómetros tranquilos. Pese a que ya se empezaba a ir rápido, al ir en llano no se hace duro y en estos 20km de enlace, cada uno empieza a buscar su ritmo y un grupo al que poder seguir.
Esto mismo hacemos nosotros que, saliendo de Port Pollença, nos enganchamos a un grupo de unos 20 ciclistas con el que iniciamos la subida al Coll de Femenia hasta que, poco a poco se va deshaciendo.
Seguimos subiendo cómodamente cuando, llevados unos 3 km oigo un "clank!" metálico en mi bici. Mientras pedaleo, le echo un vistazo pero, no veo nada así que, sigo como si nada. Recorridos unos 20m la rueda trasera me empieza a frenar y bastante fuerte, vuelvo a mirar y me encuentro la rueda con un 8 que roza tanto en el freno como en el cuadro. Me paro y, justo al poner el pie al suelo, veo como se cae un radio de la rueda trasera.
Pues sí, no sé como pero había roto un radio. Empiezo a mal decir a diestro y siniestro. Menos mal que, tenía a Kiko para apaciguar los ánimos y me comenta que llame a la asistencia técnica.
Unos 3.000 ciclistas en la salida
Indicar que, junto al dorsal y resto de merchandising, nos entregaron una tarjeta la cual, contenía el perfil de la carrera así como, la hora de cierre de los avituallamientos y un teléfono de asistencia técnica para averías.
Pues nada, me dispongo a llamar cuando el móvil me muestra que no hay cobertura. Lo prueba Kiko con su móvil y lo mismo. No me queda otra que, seguir subiendo hasta tener señal cosa que, conseguiría hecho 1 km. Vuelvo a probar y, otra sorpresa: "El teléfono al que llama, no existe". Genial, el número que indicaba la tarjeta no estaba bien escrito o, directamente, se habían olvidado de darlo de alta.
Llevamos 30km hechos y, el primer avituallamiento localizado en el Gorg Blau está a 20km. No me queda otra que seguir como pueda para llegar antes de que lo cierren (a las 10h) y que allí me lo solucionen.
Por suerte, al poco de reemprender la marcha, encuentro a unos chicos viendo la carrera los cuales, me prestan una llave allen que tienen en su furgoneta para destensar el freno trasero. De esta forma, consigo que la rueda roce solo con el cuadro. Sigue molestando pero, no será tan incómodo.
Vamos justos de tiempo para llegar a Gorg Blau debido a que, no puedo ir a mi ritmo y que, en las pocas bajadas que hay, al ir con solo el freno delantero y con la rueda trasera no en muy buen estado, no me permite lanzarme cuesta abajo.
A unos 5km antes del avituallamiento, veo la luz. Me encuentro la furgoneta de asistencia parada, echando una mano a un ciclista. Llego y le comento el problema. Acto seguido, desmontamos la rueda y saca de la furgoneta una para poder seguir. Me dice que esta es más pequeña (falta ese piñón grande para ir cómodo en las subidas) pero que con ella podré llegar a meta.
Una vez listo, proseguimos y ahora sí, esto es otra cosa.
Yo junto a mi "querida" rueda
Conseguimos llegar a las 10h justas al avituallamiento. Bebemos y rellenamos bidones y, sin perder el tiempo, seguimos en ruta. Nos quedaban unos 40km hasta Valldemossa (siguiente avituallamiento) y, por delante, subir Puig Major, Coll d'en Bleda y sa Pedrisa.
Sin darme cuenta, nos distanciamos unos 100m pero, cómodamente subimos Puig Major. Tal vez por el ansia por llegar a Valldemossa o por ese piñón que llevo puesto y me hace tirar un poco más fuerte de lo que me gustaría. Justo a la salida del túnel de Puig Major, lugar donde empieza la bajada hacia Sóller, nos encontramos con el primer accidente. Un hombre de unos 40 y algo de años tendido en el suelo inconsciente.
Me paro para ayudar y, de paso, ponerme el cortavientos para la bajada. Por lo que me comentan, el hombre estaba parado descansando y, al reemprender la marcha, se desmayó cayendo de cabeza. Minutos más tardes despierta y, sus amigos ya habían avisado a la ambulancia así que, poco más podemos hacer e iniciamos la bajada.
Dicha bajada tiene una distancia de unos 15km, los cuales, bajamos a una media de unos 50km/h sin problemas (había gente que bajaba mucho más a lo loco). A mitad de esta, nos encontramos con el segundo accidente del día y que, casi provoca otros 3 más debido al despiste del chico de Protección Civil que estaba controlando la bajada.
Gorg Blau
Como decía, en la entrada a una de las curvas vemos a este chico. Delante mía iban otros 2 ciclistas con cierta separación entre nosotros por seguridad. Justo al llegar a su altura, el chico nos empieza a gritar que paremos. Del susto, los 3 clavamos la rueda trasera y, menos mal. En medio de la curva nos encontramos con una ambulancia la cual, está atendiendo a otro ciclista que se había ido al suelo.
La verdad es que, en esta bajada no te puedes fiar mucho, sobretodo si no la conoces. La mayoría de las curvas parecen que son abiertas pero, una vez entras en ella, se cierra por completo.
Tras este susto, seguimos bajando hasta Sóller y proseguimos hacia las 2 últimas súbidas. La primera, el Coll d'en Blesa, pese a que son unos 5km de distancia se sube sin problemas ya que no tiene un gran desnivel. En cambio, una vez pasado el pueblo de Deià, tenemos la subida a Sa Pedrisa, de unos 4km pero con más desnivel. En ella, gasto lo que me queda de fuerzas. La paliza con la rueda averiada más las prisas para llegar cuanto antes a Valldemossa empiezan a hacer mella. Poco a poco se sube hasta que, encontramos el desvío hacia Valldemossa. A unos poco metros de este, damos con el siguiente avituallamiento. Aquí, habíamos recuperado tiempo, llegando media hora antes de que se cerrara.
Tomando aire en Biniamar
Con tranquilidad comemos algo dado que, a nuestro ritmo íbamos bien para llegar dentro de las 9h de límite que había para realizar los 167km.
A los 20min, volvemos a montarnos con la bici, dirección Biniamar (siguiente avituallamiento). Dado que vamos por atrás de la marcha, toda la gente con la que damos, va más lenta que nosotros así que no podemos engancharnos a ningún grupo y nos toca ir haciendo relevos. Eso sí, llegando a Santa María, se enganchan a nosotros dos ciclistas alemanas con ganas de ir atrás y no ayudar mucho hasta, Alaró, donde nos dejamos ir y ellas deciden proseguir a su ritmo.
Pasado este pueblo, nos encontramos con el siguiente accidente. En plena bajada hacia Lloseta vemos a otro ciclista que está siendo atendido por protección civil. Al pasar, veo que tiene la cara completamente ensangrentada y con el lado izquierdo de esta completamente hinchada. Kiko ni siquiera a querido mirar para evitar que se le quede en la mente.
A buen ritmo llegamos a Biniamar donde paramos unos 15 minutos a reponer fuerzas. Nos quedan por delante 40km a hacer en 2h. Esto estaba casi hecho, a nuestro ritmo llegaríamos antes sin problemas. Posteriormente, seguimos dirección Playa de Muro.
Sin muchos problemas, quitando el viento de cara en los últimos 10 km, logramos llegar a meta en 8h 27min. RETO CONSEGUIDO!!
Por mi parte, no estaba muy contento tanto, por el problema con la llanta como con el tiempo que, desde luego no era el que nos tocaría haber hecho. Pero al menos, llegamos dentro del tiempo límite.
Justo a la llegada, toca hacer cola para que, te den el chaleco de "Finisher" como también, la pulsera para acceder a la zona habilitada y el ticket para poder comer.
Con nuestros chalecos de Finishers
Tras esto, nos bebemos unos batidos que daban en el stand de Etixx (muy buenos por cierto) para reponer fuerzas y poco después, dejamos las bicis para poder estirar.
Una vez hecho el trabajo de estiramientos, decidimos ir a comer aunque, al poco damos media vuelta para dejar las bicis en un parking habilitado para ello y vigilado por un chico de seguridad. Justo en este desplazamiento, empezamos a ver un círculo de cámaras y fotógrafos. Por curiosidad nos acercamos y, sí, era el primer ciclista que acababa de finalizar los 312km.
Nos miramos y nos empezamos a reír. En 30 minutos más que nosotros, había conseguido hacer el doble de distancia. Decidimos dejarlo con su momento de fama y, ahora sí, nos vamos a comer.
Como comida, daban paella mixta o de verduras, bastante buenas. En estos eventos, no suelen poner mucho empeño a la hora de cocinar pero, en esta ocasión, hay que decir que se esmeraron.
Una vez comidos y duchados, decidimos pillar una de esas cervezas que daban gratis y sentarnos en el césped para ver como llegan los ciclistas que están haciendo la distancia larga y de paso, ver si llega otro conocido que tenemos, Yarik (1.000 perdones si no se escribe así :P) y que estaba haciendo esta distancia. Tras un rato, finalmente llega sobre las 12h, vaya machada.
Últimos metros antes de la entrada a meta

El resto de la tarde la pasamos los 3 juntos comentando las aventuras y desgracias que hemos tenido en la ruta hasta las 21h en que, Kiko y yo decidimos ir a comer unas pizzas y, posteriormente, ir a buscar mi rueda y devolver la que me había dejado la organización.
Pese al problema con la rueda, ha sido una gran día disfrutando de la bici y viviendo otro reto más.

Ya solo queda una pregunta: el año que viene, ¿la 312? Ya se verá...

 





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