jueves, 20 de octubre de 2011

Día 5: Laguna de Castilla - Sarria

Kilómetros día: 50.97 km
Tiempo rodando: 3:04:24 h.
Kilómetros recorridos: 218.73 km


Sin duda la mejor cama para dormir unas cuantas horas seguidas. Con tranquilidad, nos levantamos y bajamos a desayunar un Cola Cao con tostadas. Destacar el pan de "pueblo" (o al menos yo lo conozco así) en todos los lugares donde comimos durante el Camino, buenísimo. Una vez desayunados y con las alforjas listas, pillamos las bicis y nos ponemos a subir los 2 últimos kilómetros de subida hasta O'Cebreiro. Costó un poco pero lo conseguimos.
Desde lo alto podías diferenciar que era Castilla y León, y que era Galicia. Las vistas eran increíbles. 

Después de realizar varias fotos y vídeos, seguimos hasta la ermita de O'Cebreiro.
Había unos souvenirs donde aprovechamos para comprar la concha y unas matrículas con nuestros nombres para poner en el portabultos.

Realizadas las compras, subimos lo poco que quedaba de montaña, pasando por Alto de Poio, lugar donde tuvimos que realizar una parada obligatoria para hacernos unas fotos con el monumento del peregrino.
Y aquí empieza la baja hasta Triacastela. Jaume y yo hicimos toda la bajada por carretera. Bajando tuve unos problemas con el asiento. Uno se emociona y se pone en posición para evitar el mínimo de rozamiento con el aire y así ir más rápido. Al parecer el tornillo que une el tubo con el asiento no estaba muy bien puesto, provocando que el asiento se me quedará en posición diagonal. Mantuve esta posición hasta llegar a Triacastela, lugar donde, con ayuda de una llave allen volví a colocar el sillín de forma correcta.
Habíamos quedado para merendar en este mismo pueblo. La duda era donde se encontraba Kiko. Había bajado el primero y no lo encontrábamos por ningún lado. Tras llamada telefónica, nos comenta que, cansado de bajar por carretera, decidió meterse por el camino a pie. Según nos comentó, dué muy divertido y las vistas y naturaleza increíbles. 
Una vez reunido los tres de nuevos, nos disponemos a buscar un sitio donde merendar. Buscando, nos volvimos a encontrar con el gironés y los 2 mallorquines. Estos, habían pasado la noche en O'Cebreiro. Acababan de merendar y ya partían hacia Sarria.
Como cada día para no perder la rutina, merendamos pepito de lomo, mientras Kiko se decantaba por unos huevos con bacon.
Con el estómago lleno y bajo un sol increíble, la verdad que apetecía cualquier cosa menos coger la bici, pero, habíamos venido a eso, así que proseguimos la marcha. 
En este último tramo hay 2 caminos distinos.
El primero, y más corto, es seguir por San Xil hasta Pintín.
La segunda, pasa por Samos.
Decidimos coger el segundo tramo. Este es un poco más largo y nos lleva hacia Samos, lugar donde se encuentra el Monasterio con mismo nombre, uno de los más antiguos del país y símbolo cultural de Galicia. 
Tras realizar otra sesión más de fotos, proseguimos hasta llegar a Sarria, final de la etapa del día.
En este pueblo, hay un gran número de albergues (la mayoría privados) y gran parte de estos se sitúan en la misma calle. Tras llegar, probamos suerte en el albergue municipal, pero era demasiado tarde y estaba todo ocupado. Proseguimos y el siguiente albergue que encontramos es O durmiñento. Preguntamos por 3 camas y nos dicen que disponen de una habitación para 3. Nos proponen ir a verla y, la verdad, estaba bastante bien, así que, aceptamos quedarnos en este albergue. 
Tras una ducha, que era de agradecer, nos disponemos a comer algo. Preguntamos al hospitalario y nos plantea un problema. Este mismo día es el día de Galicia, es decir, todo cerrado.
Puesto que no podemos comprar nada en ninguna tienda, damos una vuelta para ver que encontramos. Damos con una tienda para el peregrino donde, nos aconsejan sobre los bares de un paseo cercano al lugar.
Llegamos allí y decidimos para en la terraza de un bar para picar/comer un poco de pulpo, croquetas,etc.
Tras comer y descansar tranquilamente, decidimos ir a conocer el lugar.
Tras dar una vuelta, volvemos al albergue a descansar un poco. Justo cuando llegamos comienza a llover un poco, aunque al rato para. Por la noche decidimos ir a cenar una pizza a una trattoria que nos aconsejaron. La verdad que estaban buenísimas. Tras esto volvemos al albergue. Comentar que, este albergue, tiene una zona donde dejar las bicis en la parte trasera, pero no está cerrado, aunque, no te ponen pegas para, al final del día, meter dentro del comedor la bici. Los datos del albergue se encuentran aquí.

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