jueves, 10 de julio de 2014

Día 5: Lubián - Laza

18/07/2014

Kilómetros de la Etapa: 74.31km
Tiempo Rodando: 06:14h
Tiempo Total de la Etapa: 12:22h
Kilómetros Totales del Camino: 276.64km


Amanece una vez más y otro día en que había dormido a medias. Uno de los peregrinos que dormía en el albergue, nos comentó la tarde-noche anterior que si le veíamos de madrugada con una mascarilla que no nos asustáramos. A la hora de dormir necesitaba respiración asistida. Sin problemas pero, no tuve en cuenta que el aparato emite un ruido pequeño y constante, no muy molesto pero acostumbrado que con el ruido de una mosca ya me despierto, no pude descansar mucho en toda la noche. Aparte, sobre las 4.30h ya empezó a haber ruido de bolsas de plástico de los más madrugadores.
Nos levantamos sobre las 7h. Hoy la intención era llegar a Laza, unos 58km de los cuales, solo los primeros 8km del día eran hacia arriba para coronar el alto de A Canda. El resto, sería un llaneo para acabar bajando hasta Laza. Esa era la intención pero, de un día que no debería ser muy complicado, se pasó a tener el día más duro y desesperante del Camino.
Como comentaba, sobre las 7h estamos en pie, me cambio, recojo las alforjas y bajo a desayunar. Ya en la cocina, Belén me comenta lo indicado anteriormente - Tienes cara de estar bastante cansado y no haber dormido apenas - pues toda la razón que tenía. La verdad es que, estaba deseando llegar a Laza (programada sobre primeras horas de la tarde) para poder quedarme tirado en la cama del albergue descansando ya que me empezaban a faltar bastantes horas de sueño.
Amanecer en albergue de Lubián
Una vez desayunados, desatamos las bicis y salimos. Como siempre, espero unos minutos para que el GPS se posicione, tiempo que aprovecho para hacer un par de fotos al albergue. Este día, había bajado la temperatura notablemente por lo que, me pongo manguitos y perneras para ir de largo aunque, a media mañana acabaría solo con los manguitos. Una vez todo listo, iniciamos la etapa.
Salimos de Lubían por carretera para, de esta forma, afrontar el alto de A Canda de la forma más cómoda posible. Esta subida, tiene una distancia de unos 7 kilómetros con un desnivel parecido a Padornelo que, a un ritmo tranquilo se puede subir sin problemas.
Una vez coronado el alto, nos metemos por camino para llegar hasta Vilavella. Este tramo es una bajada un tanto pedregosa pero que se puede hacer en bicicleta sin problemas. Justo a la entrada de esta población, debemos subir un fuerte repecho.

Subiendo el alto de A Canda
Y a partir de aquí, empezamos con la aventura. Durante la etapa, vamos pasando a peregrinos que pernoctaron en Lubían.
En este pueblo nos cruzamos con dos chicos jóvenes, de como mucho 20 años. Les pasamos y les comento que llevan buen ritmo y les deseo buen camino. Para cruzar Vilavella, seguimos las flechas hasta la salida de este. Aquí es donde nos vemos delante de una correidoria bastante estrecha, encharcada y con una pendiente pronunciada. Saco la guía y leo que no es aconsejable para bicicletas ya que el paso es bastante complicado y embarrado. Lo comento y Belén apoya la idea de seguir por carretera hasta O Cañizo. En cambio, Ignacio es de la opinión de que si ya estamos ahí, sigamos por el camino. Finalmente, nos decidimos a adentrarnos y nos basta 5m para tener que poner pie en el suelo. Seguimos bajando poco a poco y lo siguiente es un paso en el que solo cabe la bici y completamente embarrado. A esto, nos pasan 2 ciclistas que cruzan sin ningún tipo de dificultad. Seguimos con las bicis y el barro va incrementándose. Me sé de 2 que se están acordando de la familia de alguien por haber tenido la idea de hacer el tramo por camino.
Cartel indicando el alto de Canda y entrada en Galicia
Tras un buen rato por caminos estrechos, llegamos por fin al típico camino ciclable por el interior de un bosque. Todo bien hasta que nos encontramos con una valla. En un principio, no debería haber problema, se abre y listo pero no es así. Digamos que la valla está soldada y no hay forma de abrirla y es un tanto alta como para pasar las bicis por encima. Veo que, hay un pequeño acceso por fuera del camino pero este, tiene alambres de espinas para pasar. Aquí hay que trabajar en equipo. Belén aguanta las bicis, yo piso los alambres mientras paso las bicis (hay un escalón un tanto alto) e Ignacio está al otro lado de la valla para ir cogiendo las bicis. Con cuidado de no pinchar las ruedas, vamos saltando las bicis. Una vez listo, proseguimos hasta la próxima dificultad. Salimos del bosque y empieza una serie de repechos bastante trialeros que nos impiden subir sobre la bici. No nos queda otra que, subir a pie. El problema es que, son una serie de repechos conectados con falsos llanos que hacen que las fuerzas vayan bajando. Vamos tira tira yo, encabezando el pequeño grupo de 3 cuando nos adelantan los dos chicos de Vilavella que suben tranquilamente mientras a nosotros nos cuesta empujar la bici aunque al rato los volvemos a adelantar. Sin darme cuenta, hago la subida en parte a pie y en parte sobre la bici hasta que me doy cuenta que voy solo.
Subiendo hacia O Cañizo
Miro hacia atrás y no hay forma de ver a Ignacio y Belén. Sigo un poco más hasta una zona donde poder sentarme y descansar. Tras 15 minutos de espera veo a Ignacio con la bici a cuestas. - Qué tal el paseo?? - le digo a lo lejos. Levanta la cabeza y entre bocanada y bocanada de aire responde - Hombre! Pensábamos que habías decidido tirar a tu ritmo, dejándonos - Un poco más atrás, aparece Belén también empujando su bici. La verdad que, estos repechos con mucha piedra están haciendo mella y faltaba subir el otro alto, el de O Cañizo.
Paran a descansar y comer algo para reponer energías cuando, nos vuelven a adelantar los 2 peregrinos. Aquí es cuando, Ignacio y yo, empezamos con las bromas de que eso no podía suceder. 2 personas a pie no podían ir más rápido que 3 en bici. Miro una vez más la guía, y veo que a un poco más arriba damos con una carretera que conecta con la Nacional. Propongo usarla y seguir por carretera, a lo que ambos apoyan la idea. Tras un rato de descanso, seguimos subiendo en busca y captura de los peregrinos. Un poco más arriba, el camino se hace ciclable por lo que terminamos subiendo a pedales y poco antes de llegar a la carretera damos otra vez con los peregrinos. Es cuando nos despedimos de ellos ya que seguiremos por carretera. no hay forma de ir por ese camino con la bici.
Justo al entrar a la Nacional, damos con la entrada del pequeño pueblo de O Cañizo. Lo cruzamos y justo después llegamos a su alto. La verdad es que se ha subido sin darse uno cuenta. Proseguimos por carretera hasta llegar a A Gudiña, lugar donde decidimos parar a comprar y comer algo dado que ya era mediodía. Paramos en un supermercado donde, al lado de la puerta, hay una papelera con una bolsa de Burger King. Se nos abre el cielo y decidimos preguntar si hay alguno en el pueblo pese a que era raro. Belén le pregunta a una mujer la cual le niega el que haya uno en el pueblo. Volvemos a la realidad y entramos a comprar para hacernos unos bocatas. Después, hacemos la típica búsqueda de diaria de encontrar un lugar donde poder sentarnos y comer hasta que damos con una pequeña plaza junto a la carretera principal con bancos. Allí mismo nos preparamos los bocatas y comemos.
Preparando los bocatas en A Gudiña
Ahora ya solo nos quedaba lo más fácil. Unos 20km de llaneo hasta Campobecerros y 14km de bajada hasta Laza por lo que no le pongo más de 3 horas en bici hasta Laza. Allí estamos 1h como mucho. Poco antes de salir, nos encontramos con un peregrino que estuvo en Lubián. Nos pregunta que tal nos ha ido por las subidas posteriores a Vilavella, a lo que respondemos que lo hemos tenido que hacer a pie. Luego, nos comenta que en el albergue de A Gudiña le han comentado que el camino hacia Laza está cortado por obras y que hay que coger un desvío por Verín que está señalizado en la Plaza Mayor. Posteriormente, nos despedimos.
A partir de A Gudiña hay dos variantes que se unen en Pereiras. La más corta es pasando por Laza (por donde teníamos pensado ir). La segunda es pasando por Verín haciendo más kilómetros.
Me adelanto y voy a la plaza Mayor, la cual estaba a 30m, y reviso el panel informativo sobre el desvío. Miro la guía y memorizo la ruta. Dicho desvío nos hacer salir de este pueblo por carretera dirección a Verín. Tras 8 km debemos desviarnos hacia Campobecerros, pasando por Parada da Serra y Veiga de Nostre.
Desvíos con cartel informativo sobre el cierre hacia Laza por obras
Vuelvo y comento la jugada. Poco después continuamos la marcha. La salida del pueblo se hace subiendo un repecho, otro más de este camino. Poco antes de la salida, paramos en un bar para rellenar bidones.
Salimos de A Gudiña con el día bastante nublado y, en momentos, parece que va a llover. Una vez subido el repecho, el resto de kilómetros se hace en bajada hasta que llegamos al desvío hacia Campobecerros. Llego el primero y es cuando veo la "gracia" del día. Hay un cartel que indica que dicho pueblo está a 26km y a saber como son. Proseguimos y, para fastidiar, todo es subida.
Unos pocos kilómetros más adelante, Ignacio me comenta que mejor vaya a mi ritmo ya que Belén sigue fastidiada y que ellos, intentarán llegar a Laza o dormir donde puedan ya que, iban con la tienda de campaña. Me adelanto aunque, pasados unos 5km, se convierte en una bajada bastante divertida hasta el primer pueblo, Parada da Serra. Justo a la entrada de esta, hay una bifurcación. Uno, cruza el pueblo. El otro lo deja a la derecha.
Subidas que encontramos en el desvío
Veo con la guía que el más rápido y fácil es cogiendo hacia la izquierda para dejar el pueblo a nuestra derecha. Recorro unos metros pero, decido esperar a los sevillanos ya que, ellos no llevan ningún mapa donde seguir este desvío. a los 3 minutos llega Ignacio el cual, se queda mirando por donde coger hasta que me ve. Nos reagrupamos y seguimos la marcha. Una vez pasado el pueblo, empiezan otra vez las subidas. Aquí es cuando sale el sol, haciendo subir la temperatura. Conseguimos cruzar el siguiente pueblo el cual, se hace en bajada para luego volver a subir. La marcha se hace con varias paradas. El cansancio acumulado y tantas subidas están haciendo mella en los 3 y empezamos a ir bastante justos de fuerzas al igual que, nos quedamos sin agua. Subiendo, vemos a lo lejos un desfile de camiones debido a las obras hasta que nos adentramos en este y, donde vemos una caseta de la obra con un hombre fuera. Llevamos casi 4 horas de camino subiendo montañas y más montañas cuando damos con el hombre. Le preguntamos si íbamos bien para ir a Campobecerros y nos comenta que nos hemos equivocado, debíamos coger un desvío más abajo. Empiezo a recordar el trayecto hecho y no había ningún tipo de desvío. Aún así, el hombre nos dice que a unos 500m acaba la subida. Posteriormente, debemos girar a la derecha y ya es todo bajada hasta Campobecerros.
Seguimos con estas indicaciones hasta que llegamos sobre las 18.30h a dicho pueblo. Llegamos a un cruce donde damos por fin con las flechas del camino. Decidimos parar a descansar después del tute que llevábamos. Vemos un bar donde aprovechamos para sellar, rellenar bidones y comprar unos aquarius.
Dadas las horas que son y que aún nos quedan unos 15km hasta Laza, nos empezamos a preocupar por la disponibilidad de camas en el albergue. Si todos los peregrinos han tenido que hacer este tramo, lo más probable es que pasen la noche en Laza por lo que, convendría llamar para ver disponibilidad e intentar de alguna forma que nos reserven 3 camas pese a que el albergue es público y no es posible hacer esto. Belén me pide el número. Dice que llamará ella y que pondrá voz de preocupada para ver si les convence. El número es el de Protección Civil. Llama y en tono como si se pusiera a llorar empieza a hablar con el chico. A todo esto, Ignacio y yo nos estábamos partiendo de la risa. Belén le comenta que llevamos horas perdidos hasta que hemos dado con el pueblo, estamos bastante cansados y aún nos queda un buen trecho hasta Laza. Tras un rato de charla, cuelga. Le comentan que en el albergue apenas hay gente y que no hay problema para dormir. El resto de camino es bajada pero que, si no somos capaces de seguir, podemos llamarles y ellos vendrán a buscarnos.
Después de quitarnos la preocupación de las camas, seguimos con la etapa sin antes ponernos por encima el cortavientos. Se está empezando a nublar y las temperaturas están volviendo a bajar.
Una vez más, para salir del pueblo hay que subir un repecho por gravilla. Posteriormente, serán una bajada por tierra de unos 10km bastante bonita en la que disfrutamos bajando como parando para una sesión de fotos sobre las vistas que tenemos.
De esta forma, llegamos a As Eiras, un pequeño pueblo por donde pasamos por su calle principal la cual, es bastante estrecha. A mitad de esta nos encontramos con "otro ángel del camino" pese a que no hay nadie. En medio de la calle, han puesto una parada o "punto de apoyo" donde hay termos con café y té así como, agua y bebidas frías. Para comer, hay frutos secos y dulces y un sello para sellar el credencial. Paramos y, dado la rasca que ya hacía y más bajando, nos tomamos un café caliente y algunos frutos secos. Aprovechamos para sellar, dejar un donativo y hacemos un par de fotos. Creo que es lo único bueno y de agradecer que hemos tenido en todo este día.
Una vez finiquitado el café, seguimos con la etapa bajando unos 6km más y llegando a Protección Civil (ya en Laza) sobre las 20h.
Allí mismo, hacemos el registro, nos dan las llaves del albergue y nos comentan por donde ir al día siguiente (dándonos un mapa) ya que se prevén lluvias durante el día.
Punto de apoyo en As Eiras
Nos comentan que la etapa solo tiene los 18 primeros kilómetros de subida (que nos aconsejan hacer por carretera) y el resto es todo baja hasta Ourense. Posteriormente, nos dicen un supermercado donde comprar la cena y desayuno.
Salimos de allí y, cada vez, tiene pinta de que va a caer una buena. Vamos al supermercado (aunque más bien era un colmado grande) donde, hay dos hombres mayores bastante simpáticos y que no paran de hablar con Belén.
Tras un rato nos vamos al albergue cuando, Ignacio, se da cuenta de que ha pinchado. Justo empiezan a caer gotas y hace medio camino corriendo para llegar cuanto antes al albergue.
Decir que este albergue, es un pabellón en forma de U. En la parte interior de esta U, se dejan las bicicletas candadas afuera.
Entramos al albergue y, mientras Belén se va a la ducha y prepara la cena (yo cenaría de unos sobres de ensalada de pasta que compré en Mombuey) me quedo afuera con Ignacio arreglando el pinchazo. Una vez listo, nos vamos a las duchas.
Poco después salgo afuera donde hay un bicigrino hablando con un peregrino portugués. Me meto en la conversación y le pregunto al bicigrino si ha hecho el desvío que indicaban en A Gudiña. Me comenta que lo había leído pero por seguridad había preguntado a 4 personas.
El tiempo estaba empeorando en Laza
Las 3 primeras no tenían ni idea y la cuarta, le ha dicho que ya estaba abierto e incluso había coches que pasaban por allí. El camino eran unos 15km de llaneo fáciles de hacer hasta Campobecerros. Le comento nuestra aventura y me indica que lo conoce y es muy duro (era de la zona).
Después de hablar un rato con él, me voy a la cocina donde están los sevillanos y se lo comento. Todo por no preguntar a la persona idónea. Durante la cena, programamos ir directos a Ourense sin parar ya que son poco más de 50km y así aprovechar el día para descansar.
Una vez cenados, salgo a hacer las pertinentes llamadas a la familia y nos metemos en la cama.
Las rodillas están demasiado resentidas y me cuesta subirme a la litera, veremos como responden mañana que, a primera hora, hay que subir hasta Alberguería.


Información del albergue de Laza.


Track de la etapa de hoy:




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